Mucho más que un mirador
No sé por qué razón pero una de las cosas que más me gusta hacer en una ciudad que no conozco es subirme a lo más alto. Quizá es para tener una perspectiva desde arriba que me deje claro dónde estoy.
El lugar para hacer eso en Róterdam, sin duda, es el Euromast. Lo tiene todo: un espacio panorámico de 360 grados y en varias alturas, un restaurante fabuloso (que merece un rincón aparte) y un ascensor giratorio que, salvo para aquellos que sufran de vértigo, será una experiencia inolvidable sobre todo si, como hicimos nosotros, aprovechas para ir allí a ver el atardecer y disfrutar de unas


