Mas que por la comida ofrecida, este local es curioso por ser un antiguo teatro, este tiene sus puertas a un lado del restaurante, y también cuenta con un pequeño escenario donde se hacen actuaciones por las noches. Sandwiches, ensaladas, y algún plato caliente tienen en la carta de este local que ofrece un agradable ambiente.
Esta fritería está situada en la calle principal de Dinant (Adolphe Sax) y a escasos metros de la Colegiata, sirve principalmente hamburguesas y patatas fritas. Tiene diferentes combinaciones de menús y de hamburguesas. Nosotros nos quedamos cada uno con el menú de la casa, compuesto por una buena hamburguesa, un montón de patatas fritas, una gran salsa a elegir y una lata de refresco/cerveza, por 6,30€.
La atención muy buena, la hamburguesa de carne rica y contundente, las patatas como por casi todo Bélgica espectaculares y la salsa hecha a mano (nada de heinz ni prefabricadas), por lo que comimos muy bien, a buen precio y en pleno centro de la ciudad.
Y lo mejor eran las vistas al río Mosa desde las propias mesas, así da gusto comer. Además el local estaba muy bien ambientado para Halloween ya que en unos días se celebraba la famosa fiesta.
Desde Bruselas viajamos a la localidad de Louvain-la-Neuve para visitar el museu de Hergé.
A la salida descubrimos este simpático restaurante que nos encantó. Con vistas al parque donde se levanta el museu y bien decorado, Madzebu ofrece una cocina elaborada y de calidad. La carta es amplia, empezando por diversas ensaladas, carpaccios y tartares variados. La mayoría de los comensales se inclinaba por las carnes donde destacaban los majestuosos tournedós, entrecots y hamburguesas diversas.
Al final había que coger el tren y no pudimos saborear los postres, pero el precio nos resultó muy adecuado.
Quedé sorprendida cuando encontré este lugar en Gante. La verdad es que desde afuera parecía un local de bocadillos fríos y no le dábamos importancia, pero al leer su publicidad, vimos que ofertaban un menú compuesto por un tazón de sopa caliente (a elegir entre dos cremas que tengan cada día), varios sandwiches a a elegir (bastante grande, con rebanadas de pan de cereal) y un refresco por 8 €. Es un menú sencillo, pero no te quedas con hambre. El local esta nuevo, bien puesto y las camareras son muy amables.
Situado en el centro histórico, este local dispone de comida rápida rica y a buen precio. Tiene mesas en el interior y una pequeña terraza. Bajo nuestro punto de vista, el único problema es que no pueden vender alcohol, por lo que no hay cerveza.
Este restaurante esta muy cerca de la Bolsa de Bruselas, en el barrio de Santa Caterina. Yo lo recomiendo. La comida estaba muy buena, la decoracion es muy bonita pero es algo caro. No obstante es un restaurante muy tranquilo y el personal muy atento.